Desde que hace 450 los españoles llegaron a Santa Cruz y plantaron las primeras cepas para poder beber el vino propio de su cultura, estas cepas se mantuvieron latentes en los Valles Cruceños , donde la uva siempre estuvo presentes entre los paisanos de este bello terruño en sus parrales de uvas de mesas que son herencia de sus antepasados que durante la colonia también fermentaron para losvinos de Misa de las iglesias del Obispado de Santa Cruz. Pasado casi 450 años renace esta vieja tradición para unirse a Tarija y lograr un nuevo destino enológico en los valles de Santa Cruz.
“Valle de SAMAIPATA” D O de los Vinos de Santa Cruz
A mediados del siglo pasado un emigrante croata se casó con una samaipateña y además de hijos engendró una hermosa viña en el Valle de Samaipata, esta viña bautizada con el apellido del croata MILETA embotelló con la marca VINOS MILETA un mosto afinado y hecho con uva criolla, un tinto medio dulce, que si bien entraba en las casas de los cruceños la mayoría de las botellas iban a las sacristías y se usaba para Misa. Aquel vino medio dulzón se convertía así en sangre de Cristo después de la consagración y sirvió también como buen acompañamiento para que junto a la chicha deleitara los paladares de los cruceños y viajantes que venían por estos lares.
Pasados 20 años el viejo Mileta, dijo basta y sus hijos no siguieron con el emprendimiento bodeguero de su padre. Por los 70 hubo una nueva intentona, el Ingeniero Jorge Arias llegó a embotellar 800 botellas con el nombre de "DON JORGE", de un vino con muy buena traza hecho por un enólogo argentino, con uvas compradas en el exterior, también adquirieron autenticos corchos de alcornoque y en estas operaciones y trasiegos el gaucho, resulto ser un chanta y desapareció, el bueno de Jorge Arias se quedó “compuesto y sin novia” mejor dicho "y sin su "DON JORGE" y aquel interesante proyecto enológico del el valle de Samaipata murió.
Con el Siglo XXI, la primera bodega en Santiago del Valle a solo 10 kilómetros de Samaipata, iniciativa de Jorge Vargas, quien apostó por las uvas Moscatel de Italia, Quebranta y Moscatel de Alejandría y con estas frutas Vargas comenzaba a destilar el vino con alambiques comprados en Perú y en la actualidad están sacando un destilado tipo Singani o Pisco que lo han bautizado como MOSCATO. Vargas también se ha lanzado al tinto y ha empezado a embotellar un Cabernet Sauvignon. Viñas de Vargas cuenta con 3 viñedos que suplen su producción enfocada en dar una nueva opción al amante del singani. Este es un loable proyecto para alabar y alentar.
A este proyecto, en la actualidad, se tienen que sumar dos más, uno que ya es una realidad que bajo el nombre de Bodega UVAIRENDA, embotella el vino 1750 impulsado por el tándem Roig-Ortiz.
Y el otro que en dos o tres años empezará a trajinar sus mostos y con 13 hectáreas está sobre la ruta al famoso FUERTE y que ha empezado con el buen hacer y el cariño que pone en las cosas el empresario Carlos Landivar.
Con estas tres realidades enológicas y otras que están en ciernes en los valles, no nos extrañaría nada que pronto tengamos en Santa Cruz una D.O (Denominación de Origen) que bajo el nombre de Valle de Samaipata u otro similar albergara a todas estas emergentes bodegas.
UVAIRENDA - 1750
Si con una palabra pudiéramos definir esta Bodega la llamaríamos “La Ladera”. Si usted llega a Samaipata vaya en dirección al Hotel El Pueblito que está en una pronunciada colina y todo lo que es la ladera es la Viña de Uvairenda, en la cúspide la Bodega y al lado la casita que será la recepción del enoturismo.
Sin lugar a dudas este proyecto tiene todas las trazas para convertirse en uno de los proyectos enológicos más importantes de Bolivia, siempre y cuando el fuelle económico aguante y el terroir sigue dando estos estupendos frutos.
Los impulsores de esta nueva Bodega Boliviana tienen los conceptos claros, hacer de los procesos que van desde el Terroir a la Bodega, todo lo más natural posible, como nos decía el Roberto Aguilar “La idea es que en esta viña se mime la uva, que se golpee el fruto lo menos posible, para que desde que empieza el ciclo de la vid hasta que se embotella el vino todo sea lo más natural posible”.
Dicen los expertos que para tener éxito en un emprendimiento hay que tener cuatro cosas: Conocimiento de la materia, Pasión, Fondos y Creatividad. Si dejamos a un lado el vil metal, personalmente, lo resumiría en tres palabras Credibilidad, Creatividad y Sensibilidad.
Estas son precisamente las tres características del cruceño con sangre catalana y ahora afincado en Estados Unidos, Francisco Roig, quien parió este proyecto y ahora lo hace realidad junto a su socio Peregrín Ortiz que a pie de terroir le suple a “toque de blackberry”, convirtiendo este sueño en realidad.
El sueño de Francisco desde muy joven fue el mosto, el producir vino, y en el sótano de su casa ya trajinaba uva, turriles, levaduras y fermentaciones. Sus vinos artesanales eran apreciados por sus familiares y amigos, y todavía sigue en este empeño en su casa norte americana. Un día decidió reunirse con su amigo de toda la vida Peregrín y cambiar el sótano por una bodega, de su bodega de juguete a una profesional y con todas las consecuencias y así llego a hacer este sueño realidad, desde hace cuatro años UVAIRENDA es una gratificante y sorprendente realidad.
Ya han tenido dos cosechas, los vintages de 2010 y 2011. La vendimia del presente año ha sido la primera de Bolivia terminando de cortar los últimos racimos el tercer sábado de febrero de 2011.
Para coordinar la viña y bodega de Samaipata han buscado el “expertise” del profesor Philippo Pszczólkowski, quien con ingenieros egresados de la universidad Católica de Chile están entrenando al personal de la bodega y apoyando los procesos de vinificación. En estos momentos es el joven Roberto Aguilar quien ha tomado la batuta del vintage de 2011 con las indicaciones de Francisco Roig en cuanto a la vendimia y realización los cortes.
En Uvairenda,terminada la primera fase de la bodega, podrá producir unos 50.000 litros. En esta viña se ha apostado por variedades tradicionales como el Cabernet Sauvignon, Syrah, Tannat , también por Malbec y Merlot que en estos momentos están de modo experimental, además se han plantado cepas de frutas blancas como Chardonnay. Uvairenda con estas frutas pondrá en el mercado boliviano vinos varietales, trivarietales. Tintos, rosés y blancos.
Pero no todo es a corto plazo, ya están pensando a medio plazo, y este año se plantará 1600 cepas a raíz desnuda de Chardonnay y Tannat recién traídas desde el sur de Francia.
Esta bodega quiere ser el centro de la producción de vino de Samaipata y está animando a otros vecinos y pobladores de la zona a plantar vides para que usen sus instalaciones en los procesos de producción.
Cuál es el secreto de Uvairenda, por un lado la Pasión de Francisco Roig, la Credibilidad del equipo de la universidad Chilena capitaneada por Philippo Pszczólkowski y la creatividad de Peregrín Ortiz que sabe sacar de donde no hay.
En la actualidad un equipo de campo encabezado por Fidel Sibaute, miman la viña para que se convierta en una “niña bonita” y un plantel de operarios en bodega y laboratorio, hacen de este proyecto una realidad llena de futuro y con una proyección tremenda.
El vino que sale de esta bodega se ha bautizado con el nombre “1750”, cifra que indica la altura en que se encuentran los viñedos de Uvairenda, tiene una proyección fantástica y esperamos en los próximos años logremos catar la mejor expresión de este gran potencial. Por ahora todo va por muy buen camino y los primeros caldos han cautivado a todo aquel que lo ha probado.
VIÑA DEL VALLE DE LA PURIFICACIÓN
Otro de los proyectos que se ven sólidos y con futuro es el del empresario cruceño Carlos Landívar, que acaba de plantar sus primeras cepas en la ladera junto al famoso Fuerte de Samaipata, un total de 13 hectáreas de Cabernet Sauvignon, Merlot, Tanat , Sauvignon Blanc y Chardonnay.
Ladivar es un hombre meticuloso, y le gusta como él dice “empezar desde cero”, paso a paso, pero con zancada firme. A Carlos no le gusta la mediocridad y lo que hace lo hace bien. Así que en la enología seguirá esta misma filosofía.
Asesorado por el enólogo franco-chileno Francois Massoc consultor de varias viñas en nuestro continente, formado en Francia y con la consultoría “Massoc y Parra”, ve en este proyecto un reto muy importante pues se trata de constatar alguna de sus teorías donde la climatología, el terroir y la altura juegan un papel importante para esta nueva viña que su primera cosecha se recogerá en tres años en el pueblo del Valle de la Purificación, que es el nombre que recibió de los españoles el hermoso valle donde está Samaipata, y así llamará Landívar a su Bodega,
El Valle de la Purificación era hace 450 años, la población de tránsito obligatorio desde el la Gobernación del Río de La Plata, sobre todo desde Asunción del Paraguay y Santa Cruz de la Sierra con las minas que se encontraban en los Andes y el puerto en Lima.
Ahora, Samaipata, con estos proyecto puede convertirse como importante vía de producción vinífera en Santa Cruz y llegar en un futuro a un centro exportación como lo era antaño en tiempo de los españoles.
Ahora, Samaipata, con estos proyecto puede convertirse como importante vía de producción vinífera en Santa Cruz y llegar en un futuro a un centro exportación como lo era antaño en tiempo de los españoles.
Para esto Carlos Landivar construirá una gran Bodega con todos los detalles para este proceso. Deseamos de todo corazón que las plantas que en este 2011 se han plantado puedan tener su primer fruto vinificable en tres años, pedimos a Dios estar en el Valle de la Purificación para probarlos.
Samaipata, Descanso en las Alturas, El Valle de la Purificación, Encuentro de Culturas, es un sin fin de cosas a descubrir, en la actualidad se cree que fue un centro importante para varias de culturas ancestrales como: Las Culturas Amazónicas, las Culturas Andinas y las Culturas del Gran Chaco. Hoy, tiene un nuevo aliciente una nueva ruta del vino en Santa Cruz…. Una nueva alternativa que se suma a Tarija para seguir fortaleciendo la industria nacional.
TURISMO ENOLOGICO
Junto a las bodegas de Samaipata, el visitante tiene que estar cerca de la viña, disfrutar de la gastronomía y de un buen dormir, Pared con pared con Uvairenda está el Hotel boutique u Hotel con encanto "El Pueblito", regentado por Giovanni Guidetti y Sandra Serrate. Nos solo son buenos anfitriones, sino además unos verdaderos amantes del vino.
Nos reciben con una camisa adoc a las circunstancias con sus estampados de botellas cepas racimos y copas de vino. El Hotel está lleno de dibujos y pinturas realizadas por la laboriosa artista Sandra Serrate, donde el vino es el motivo principal de la decoración, y para colmo le recomendamos que se hospede en la habitación que se llama "la taberna".
No hemos visto nunca una sinergia tal entre Bodega, viña y Hotel. Un hotel con encanto para un viaje de ensueño entre viñedos hermoso paisaje e historia.
Además de “El Pueblito”, Samaipata te ofrece otras casas de hospedaje, restaurantes, cafeterías donde nunca te faltará la botella de Viñas de Vargas, 1750 o la que Landivar está ya plantando en el Valle de la Purificación.
Samaipata ofrece al visitante un interesante núcleo gastronómico con productos caseros, como los famosos chorizos alemanes, quesos, mermeladas caseras, embutidos, mieles silvestres, horneados típicos…etc que se unen al vino haciendo de este lugar un destino único en Santa Cruz.
La "viticultura de altura" esta en Bolivia, emprendimientos como los que se realizan en Santa Cruz de la Sierra, son de admirar, y pueden entrar en el marco de la "viticultura eroica" que se hace en Bolivia con mucho esfuerzo, coraje y lucha
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