Los vinos baratos gozan de una inmerecida mala fama: son buenos laderos en la mesa diaria y valen lo que cuestan; pero al lado de sus hermanos mayores, los vinos high class, llevan las de perder porque no tienen un perfil glamoroso. Hay que dejar claro que cuando hablamos de vinos baratos no estamos hablando de los más baratos de todos: los que vienen en tetra brick, hechos con rejuntes, y en los que no se puede hablar de calidad. Sino que nos referimos a esos productos embotellados que conseguís desde de 3 a 4 usd en la góndola y por menos de 6 usd. Nada menos que el 40% de las ventas del mercado. Pero siendo tantos ¿cómo comprarlos sin equivocarse?
4 TIPS PARA COMPRAR BIEN
1. Mirar bien la etiqueta. Hay que verificar que aparezcan la variedad del vino (Malbec, Cabernet, etc), y/o su región de origen , y/o su año de elaboración. Estos tres datos nunca figuran en un vino hecho con rejuntes. Cuando se lo consigna quiere decir que el vino fue elaborado con intención de proporcionar calidad y buen sabor, aunque por sí solos no garantizan el éxito.
2. Que el vino sea de una bodega grande. Hacer buenos vinos a excelentes precios es un negocio de escala y para garantizar calidad en miles botellas de vinos a precios bajos hace falta una inversión fuerte, que sólo una bodega grande está en condiciones de realizar. Entre las que conviene consumir están las bodegas con nombre y prestigio, estas que son sobradamente conocidas. Comprando sus vinos no te podés equivocar.
3. Que el año de elaboración no sea demasiado lejano. Los vinos pensados para consumir frescos no pueden beberse viejos. Si vas este 2011 a comprar una botella, para jugarla 100 por ciento segura no debés elegir nada que se anterior a 2009. Es en los primeros dos años cuando los vinos baratos están en plenitud de formas.
4. No buscar robles, ni madera. En los últimos años la palabra “roble” se puso muy de moda entre los amantes y elaboradores de vino. El aroma maderoso que le aporta a los tintos el paso por una barrica se volvió un must para muchas de ellas. Si bien existen vinos cercanos a los $5 usd que tienen un toque de madera aportado por métodos alternativos (por ejemplo, duelas o chips de roble que reposan en el vino durante un tiempo), esa nota tiende a desaparecer cuanto más barato es el vino. ¿Conclusión? Desconfiá de las etiquetas que dicen “reserva”,“barricas” y roble” cuando su precio es menor a $3 usd , porque o no cumplirán la promesa, o será tan grosero que no valdrá la pena beberlos.
Por Joaquín Hidalgo de JOY
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