lunes, 30 de enero de 2012

LO 50 para el 2020


Juan Muñoz es presidente de honor, fundador de la UAES y presidente de la Academia de Sumillería (somelier en catalán) y Master Sumillers y uno de los cinco miembros del comité de cata de 50 para 2020, un nuevo concepto dentro del espacio Taste & Flavours que acerca al visitante de ALIMENTARIA 2012 que se celebrará en Marzo en Barcelona a una selección de 50 vinos que marcan tendencia hacia el 2020 con criterios como el respeto al medioambiente, variedad en el terruño, mayor aporte de naturalidad, técnicas y materiales novedosos, frutosidad, elegancia y frescura,  etiquetas especialmente atractivas, etc.
  1. ¿Con qué criterios se seleccionan estos 50 vinos? :
Desde mi punto de vista y experiencia, veo al consumidor  escoger vinos que sean agradables en su consumo, no pedir vinos de cata. Se han pensado los vinos que consumiremos en el 2020, vinos para disfrute de nuestros paladares.
  1. ¿Cómo valora el proyecto de Taste&Flavours “50 para el 2020”en el marco del sector español? :
Es una oportunidad única para exponer al mundo que España es un país que sabe adaptarse  para encarar mejor el futuro. Vinos que siguen las tendencias del mercado y que son, cada vez más, respetuosos con el medio ambiente.
¿Qué tendencias en el mundo del vino se verán dentro de 10 años? :
Creo que los vinos serán más agradables en su degustación. Los vinos blancos, con buena intensidad aromática, sedosos en boca y con una equilibrada acidez. Los tintos serán más suaves pero sin perder su personalidad. Sus aromas serán más balsámicos y complejos. Muchos de estos viñedos estarán plantados a grandes altitudes para  equilibrar las altas temperaturas del cambio climático.
  1. ¿Habrá un cambio en la tipología de consumidor? :
Si, ya está empezando. Se dice que en el mundo existe un exceso de vinos de Chardonnay, Cabernet Sauvigon y Merlot, es verdad y se produce eso que se llama “fatiga de marca”.
Los consumidores buscan nuevas sensaciones en uvas distintas. En tintas, se salva la Syrah, y se pondrán de moda otras variedades. Todos estos cambios también buscaran llegar a nuevos consumidores.
¿Qué posición ocupan los vinos españoles en innovación? : 
Muy buena. Por una parte, se innova recuperando variedades autóctonas poco comercializadas e incorporando las variedades internacionales de tendencia. A nivel de elaboración, las bodegas españolas  incorporan las nuevas técnicas enológicas para llegar mejor al consumidor. 
¿En qué medida el precio y el respeto al medio ambiente son/serán factores clave en la decisión de compra de un vino? : 
El precio será un factor determinante en la decisión de los consumidores. Con la crisis, los vinos han ajustado su precio. Será difícil que, después, el comprador pague más por la misma calidad. Por suerte, España es líder en vinos con una excelente relación calidad-precio.
¿Qué papel deben jugar los sumilleres en la definición de los vinos del futuro? : 
El Sumiller es un orientador, que tiene que saber aconsejar el vino más adecuado, no sólo para los alimentos, sino teniendo en cuenta el perfil de los clientes. El comensal  quiere disfrutar y saber  más.  El sumiller le transmite  información.  Estas sugerencias serán las que irán dirigiendo estos vinos del futuro. De alguna forma, van marcando la tendencia. 
¿Podría destacar algún vino que ejemplifique los vinos que estarán en el “50 para 2020”  y explicarlo? : 
Por ejemplo, un vino llamado Quest  (Costers del Segre). Un tinto moderno, con buenos aromas de fruta negra y aterciopelado en boca. Uvas plantadas en viñedos de altura y vinificado en lagares de piedra.
Este es el estilo de vinos de esta selección.  
¿Los críticos marcaran la tendencia del futuro o será el mercado? : 
Siempre es una cosa mixta. Lo que sí está cambiando y lo que  cambiará más es el uso de las redes sociales e internet por los aficionados de vino.  Un aficionado ya no tiene por qué esperar que le llegue una revista o un comentario o precio sobre un vino, lo tiene en cuanto sale al mercado con toda la información. Ahora bien,  siempre hay personas  que necesitarán puntuaciones, sobre todo, en  los mercados emergentes sin una clara tradición vinícola.
Las ferias, cada día más profesionales, también tendrán su papel,  porque también están abiertas al consumidor final , el eje del futuro.

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