Los bodegueros de Norteamérica
están disfrutando de una vendimia casi perfecta este año, en contraste con sus
homólogos europeos, que han sufrido un mal año con peor clima. En Portugal,
algunas zonas han sufrido caídas de producción del 40% y en algunas partes de
Borgoña las granizadas han destruido cerca del 80% de la cosecha. Sin embargo,
en el valle de Napa, en California, después de tres años de temperaturas
inferiores a la media y de lluvias inoportunas, los productores están
disfrutando de un año excepcional.
Vendimiando chardonnay en Napa.
"Ni demasiado pronto, ni demasiado tarde, ni demasiado caliente, ni
demasiado frío, 2012 parece ser la añada 'Ricitos de Oro', en la que todo sale
bien", dice Christopher Howell, gerente de Cain Vineyard and Winery,
refiriéndose al personaje de cuento.
La buena fortuna no se limita a
los californianos. Los bodegueros de Oregon, Washington, estado de Nueva York y
Canadá también están entusiasmados con la cosecha de este año.
Josie Tyabji, directora del
British Columbia Wine Institute en Canadá, dice que ha "llegado en el
momento justo", y aunque ha sido un poco más temprana de lo normal en el
valle del Willamette en Oregón, Luisa Ponzi dice que no tiene quejas.
"Hemos sido bendecidos con
un poco de sol", dice Ponzi, que se formó en Borgoña y es la enóloga de la
bodega familiar.
Aunque ha habido alguna
preocupación en el estado de Washington porque los incendios forestales de
septiembre contaminasen la cosecha, los análisis no han dado ningún mal dato.
Los vinos blancos están a media
fermentación y el merlot está a mitad de vendimia, según Kari Leitch, de
Chateau Ste. Michelle, en Washington, donde la cosecha se perfila como una de
las mejores jamás obtenidas allí.
Las condiciones han sido
similares en el extremo opuesto del país, en las zonas vitícolas de Nueva York.
La bodega Hudson-Chatham al norte de Nueva York informa que su cosecha de
seyval blanc ya estaba en marcha. También se espera un buen rendimiento de sus otras
variedades, incluidas las híbridas vidal blanc y dechaunac.
Richard Olsen-Harbich, de las
Bodegas Bedell, en la península norte de Long m dice que está vendimiando con
un adelanto de una a dos semanas.
"Supongo que es la nueva
normalidad", dice, añadiendo que sus vinos son similares a los producidos
en Francia e Italia.
A pesar de la escasez de vino en
Europa se esperan pocos cambios en los precios a escala mundial, a excepción de
algunos grandes buirdeos y borgoñas. "El
mercado del vino es global", dice David Jaeger, miembro de la Asociación
Americana de Economistas del Vino, "así que hay presión sobre los
productores del Viejo Mundo, incluso en años difíciles, para mantener sus
precios en línea con el mercado global, con la posible excepción de la Premiers
Crus de Burdeos y algunos en Borgoña".
"La mayoría de los
viticultores afirman que sus vinos son una expresión única de su terruño, pero
los consumidores probablemente puedan encontrar en el Nuevo Mundo sustitutos
muy cercanos a la mayoría de los vinos producidos en Europa", añade. Rob
Sands, presidente de Constellation Brands, que produce Robert Mondavi, Crawford
Kim, Inniskillin y Ravenswood, entre muchos otros vinos, dice que ve poco
movimiento, o ninguno, en los vinos de menor precio.
Fuente: REUTERS LESLIE GEVIRTZ
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