En los
últimos años, el varietal ha mostrado un resurgimiento en los mercados
internacionales. Si bien no se encuentra entre los más demandados, las tasas de
crecimiento de su consumo han sido de las más altas.
El
Riesling es un varietal originario de Alemania, donde actualmente se
encuentra la mayor superficie cultivada. Tanto los vinos alemanes, como los
Rieslings por asociación, cargaban con una imagen de vinos dulces, baratos y
sin demasiada complejidad en los mercados internacionales.
Sin
embargo, se trata de una variedad muy noble que brinda uvas de alta calidad.
Su nivel de acidez da a sus vinos una frescura que contribuye a su larga
preservación. Esta uva es muy apreciada por sus características de
transparencia e influencia del suelo en sus aromas.
¿Pero
cómo logró un varietal con problemas de imagen tal éxito internacionalmente?
Gran parte de este fenómeno es atribuible a la estrategia del Instituto
Alemán del Vino para posicionar a los vinos alemanes en sus mercados más
importantes, como son Estados Unidos, Reino Unido, Países Bajos y Japón. El
foco fundamental de la estrategia está basado en el
Riesling
como varietal emblemático del país. Se buscó ampliar la gama de estilos de
Rieslings para acercarlo al consumidor en todas sus variantes, desde los más
secos, con buenos niveles de acidez, hasta vinos muy dulces, pasando por
espumantes, ice wine, etc. Esta mejora en la calidad y estilo de sus vinos fue
fundamental junto a un intensivo programa de promoción en los mercados
objetivo.
El
programa comenzó en los ’90, y ha sido muy constante, cosechando hoy sus frutos
con un mejor posicionamiento de los vinos alemanes en estos mercados. Las
mayores tasas de crecimiento en el consumo de Riesling se han observado desde
2005 en conjunto con la intensificación de las estrategias promocionales, que
comenzó en 2004 con el establecimiento de la “Semana del Riesling”. La
iniciativa se realiza durante el mes de Junio, en pleno verano, y busca
enfatizar las posibilidades del Riesling para combinar con las comidas. Desde
2011 se intensificó esta estrategia, creando “31 días del Riesling alemán” durante
todo el mes de julio en restaurantes a lo largo de todos los Estados Unidos,
durante el cual los locales adheridos se comprometen a servir al menos dos
Rieslings alemanes en el mes. En 2012 la campaña se extendió a Reino Unido y
Canadá y ha sido un gran éxito.
Más
allá del enorme esfuerzo estratégico del Instituto Alemán del Vino, no debemos
olvidar que las tendencias de los nuevos consumidores de vinos fueron un gran
impulso para este varietal. Una baja graduación alcohólica, variados aromas,
mayor dulzura, una acidez equilibrada son atributos muy valorados por los
consumidores más jóvenes y de nuevos países en el consumo.
El
cultivo de esta variedad se ha extendido en el mundo vitivinícola, y hoy en día
todos los principales países exportadores de vinos producen su propio Riesling
con notas diferentes, destacándose entre ellos Nueva Zelanda, que ha expandido
mucho sus viñedos dedicados a esta variedad.
La
principal característica de estas uvas es la versatilidad de estilos que se
puede lograr en vinos varietales. Además, tienen una peculiaridad dentro de los
vinos blancos, se pueden añejar con una excelente calidad hasta 20 años,
normalmente en la botella en lugar de barricas.
El
Riesling se caracteriza por captar fuertemente la influencia del terroire en
sus aromas. Así los Riesling argentinos destacan los aromas a cítricos y a
manzana.
En
Bolivia la Bodega Campos de Solana en esta cosecha de 2012 ha sacado un
Reisling espectacular que es uno de los últimos firmados por el gran enólogo
Sergio Correa de Undurraga.
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