En materia de vinos, si no querés pasar por perejil lo mejor es no formular alguna de estas preguntas.
1. En el vino, los aromas ¿son agregados?
Es una duda típica causada por tanto agrandamiento de los catadores. Estos, para describir el vino, suelen mencionar aromas de grosella, frambuesa, trufa, cuero y un largo etcétera que despista al consumidor. La verdad es que no son aromas agregados sino sensaciones similares que el vino provoca en la memoria del catador. Si no querés pasar por un completo desconocedor, mejor guardate esta pregunta.
2. Un blend ¿es como un jugo multifruta?
En rigor, un blend es un vino elaborado con distintas variedades de uvas, de modo que la respuesta es verdadera. Pero los jugos multifruta suelen ser rejuntes y descartes y en el caso del vino, no. Es más bien una selección para hacer más completo el producto.
3. ¿Cuál es el mejor vino del mundo?
Esta es una de las preguntas más absurdas que se pueden formular porque no hay una sóla respuesta posible. En todo caso hay vinos reputados, como Petrús o Margaux, pero no son necesariamente mejores que sus pares. Conviene saber que la buena reputación no siempre depende de las virtudes del producto.
4. Los rosados ¿son vinos gay?
En un país de tintos recios y bebedores machos, este es un preconcepto bastante común. Pareciera que si uno bebe un rosado enseguida quiebra la muñeca. Nada más erróneo. Quienes no los beben por razones de fobia se privan de productos muy atractivos, aromáticos y con buen desempeño para el maridaje. Sino, probá con una pizza napolitana, luego con un bife la plancha y verás.
5. ¿En qué recipiente fue elaborado el vino?
Siempre salta alguien con esta cuestión cuando se hace una degustación en público. Equivale a preguntarle al cocinero si los champignones los saltó en sartén de hierro o con teflón. No le cambiará el gusto, pero es “de entendidos” preguntar. Hacete un favor y mejor no abras la boca. Concentrate en las virtudes del vino antes que en las de su recipiente.
6. Un vino DOC ¿tiene poderes curativos?
Definitivamente no. Denominación de Origen Controlado (DOC) es un vino que tiene certificado de origen para sus uvas y que está elaborado de acuerdo a un protocolo que apunta a reglamentar cierta calidad. En Argentina, la única DOC que funciona bien es Luján de Cuyo para sus Malbecs. Si buscás un DOC que cure, andá al hospital.
7. Si el vino es más viejo, ¿es mejor?
No es verdad, ni remotamente. En países como el nuestro, incluso es mejor beberlos jóvenes, porque tienen más intensidad y definición frutal, que los viejos que llegan cansados y sin brillo. Mejor dejar la tercera edad para los franceses, que forzosamente deben añejar sus grandes vinos para que mejoren.
8. Los tintos se toman a temperatura ambiente, ¿no?
Otra pregunta clásica y equívoca. Es una mala traducción de un concepto francés, en cuyas regiones no pegan las temperaturas veraniegas de nuestro país. Aquí, de diciembre a marzo, conviene refrescar los tintos con un golpe de heladera si no se quiere beber caldos alcohólicos.
FUENTE JOY
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