¿Te imaginás un país donde cada 12 días se inaugura una nueva bodega?
Ese país fue la Argentina en entre 2005 y 2006, cuando el vino empezó a
imantar a miles de inversores interesados en participar de un negocio de
grandes resultados. Hoy ese ritmo de aperturas ha desacelerado, pero
aún así, año a año, crece el número de firmas autorizadas a elaborar
vino en el país: son 1350 actualmente.
Estos nuevos jugadores son adinerados con el sueño de la bodega propia,
productores de uva que deciden saltar la barrera y lanzarse a producir
sus vinos y, los menos, extranjeros con dólares.
Te presentamos 10 bodegas entre nuevas y recientemente lanzadas al
ruedo, que vale la pena conocer, y te decimos qué vino conviene probar
de cada una.
Montechez
Lanzada en agosto de este año, su nombre significa Monte de Luna (“chez”
quiere decir “luna” en lengua huarpe). Viejos productores de soja y
ganado (entre otras), sus dueños decidieron entrar de lleno al mundo del
vino buscando hacer un “negocio de placer”. Compraron una serie de
fincas en Luján de Cuyo y Valle de Uco (190 hectáreas en total, de las
cuales el 75% está en producción) que, con buen tino, destinaron a la
venta de uva de calidad. Con ellas obtienen la materia prima y el
financiamiento para la elaboración de Montechez Malbec Reserva 2009
($75) y Montechez Edición Limitada 2009 ($120). Vinos de un rico perfil
frutado y suelto, ágiles al paladar, de los que no hace falta hacer un
curso para entender. La enología está a cargo de Carlos Cid con la
asesoría de Roberto de la Mota.
Decero
Pertenece al magnate suizo del hormigón Thomas Schmidheiny, con bodegas
en EE.UU. y Francia. Fue oficialmente inaugurada en 2006, pero sus vinos
no se vendían en el mercado local. Finalmente fueron lanzados en agosto
pasado. Decero alude precisamente a que, cuando empezaron con el
proyecto, arrancaron de cero: con una finca pelada en Agrelo, Luján de
Cuyo, a la que llamaron Remolinos Vineyard, porque en primavera y verano
abunda en corrientes térmicas que levantan polvo como diminutos
tornados. En medio de la finca (hoy con 175 hectáreas plantadas),
erigieron la bodega en estilo colonial modificado, con tejas y amplias
galerías. Elaboran sólo uvas propias, que destinan a su línea Decero
($85), entre los que se destaca el Cabernet Sauvignon 2009, frutado y
con notas de pimiento, y rica boca; también el Syrah 2009 está muy bien.
La estrella, sin embargo, es el Decero Mini Ediciones Petit Verdot
2009: un tinto expectorante y jugoso. También tiene un ícono, llamado
Amano. A la venta está la cosecha 2009 ($300).
Cinco Lunas
El periodista Jorge Rial tiene una pasión secreta, además de la
farándula: el vino. Y decidió darle rienda suelta, para lo cual se
asoció con Diego Banfi –dueño de la revista Cuisine & Vins, quien
por ahora aporta las uvas, la bodega y la comercialización- y desarrolló
un proyecto de vinos de alta gama llamado Cinco Lunas. Sus etiquetas
Rocío Moreno Reserva Malbec 2009 ($89) y Rocío Moreno Gran Corte 2009
($145) salieron a la venta a mediados de este año. La enología está a
cargo de Gabriela Celeste, mano derecha de Michel Rolland en Argentina,
quien elabora estos tintos de perfil internacional, frutados y de boca
amable, a los que les enciende una chispa de gusto con un ligero aporte
de Cabernet Franc.
Manos Negras
El nombre de este emprendimiento rinde homenaje a los enólogos que
verdaderamente se ensucian las manos haciendo buenos vinos. Pertenece a
cuatro socios: Jeff Mausbach y el enólogo Alejandro Sejanovich (ambos ex
Catena Zapata) en sociedad con los enólogos neocelandeses Jason Mabbett
y Duncan Killiner, radicados en la Argentina. El corazón del negocio es
la elaboración de vinos con identidad regional. Así, buscan Malbec en
Mendoza, Pinot en Patagonia y Torrontés en… San Juan. Lanzada a fines de
2009, este viene creciendo sostenidamente. Y hace dos meses presentaron
dos vinos ícono: Zaha y Teho, Malbecs con aportes de Petit Verdot y
Cabernet Franc. Nos gustó especialmente Zaha ($160), con una aromática
exótica y una boca envolvente. También resulta interesante Manos Pinot
Noir 2009 ($80), fragante y de textura blanda.
Del Río Elorza
La Patagonia es hoy una nueva frontera para el vino. Y entre los
proyectos recientes, Del Río Elorza se destaca como uno de los más
ambiciosos, aún siendo una bodega muy pequeña. Ubicada en Fernández de
Oro, Alto Valle de Río Negro, y propiedad de Mirentxu Elorza y Eduardo
Alfredo Del Río, se destaca por su arquitectura simple y bien lograda,
creación del estudio Bormida & Yanzón. La enología está en manos del
joven Mariano Vignoni con la consultoría de Alberto Antonini. Elaboran
los vinos Verum, varietales y reservas, cuyas etiquetas lucen sobrias y
refinadas. De sus vinos nos gustan sobre todo Verum Malbec 2010 ($60),
de un curioso perfil herbal y una boca bien jugosa; Verum Chardonnay
2010 ($60), untuoso y bien refrescante; y Pinot Noir Reserva 2010
($150), frutado y con un rico aporte de madera.
Giménez Riili
Emprendimiento familiar, Giménez Riili es una pequeña bodega inaugurada a
fines de 2010 y ubicada en alto Valle de Uco, en el límite con las
montañas. La familia estuvo vinculada al negocio del vino a granel desde
la década de 1950 hasta la de 2000, y hoy son productores de uvas, con
viñas plantadas en Maipú y Tunuyán de las que elaboran sus vinos. Con la
enología de Pablo Martorell elaboran varietales de alta gama. Para
buscadores de perlitas, Perpetuum Merlot 2008 ($75) es una delicia,
mientras que el 2009 saldrá al mercado en breve y va en la misma línea.
También se destaca Perpetuum Syrah 2008, edición especial, y Giménez
Riili Malbec Rererva 2008 ($135) que es un típico ejemplar de valle de
Uco, en intensidad gustativa y potencia, bien criado en barricas. Desde
el mes pasado reciben visitas turísticas.
Finca del Enlace
Ubicada en el valle de Tulum, San Juan, es propiedad de Solfrut S.A.,
empresa que desarrolla los aceites Oliovita. En plena construcción, su
oferta combina dos elementos que vienen a mover el tablero del vino. Por
un lado, una apuesta verdadera por el terroir (entienden que en esa
región se producen vinos jóvenes, frutados y fáciles de beber) y por
otro, un modelo de conducción de viñedos que le permite desarrollar
volumen de calidad a buen precio. De ahí que, desde 2009 hoy puedas
probar Tracia Cabernet Sauvignon 2010 ($20) o Malbec 2010, que compiten
perfectamente con vinos de hasta diez pesos más. No son tintos para
meditar, sino joviales que se beben a placer. También está Tracia Alados
Bonarda 2009 ($35), que va en la misma línea de los anteriores, pero
con mayor concentración.
Finca Dinamia
Alejandro Bianchi es un visionario. Después de haber creado New Age, el
vino que revolucionó el mercado hace unos 15 años, ahora vuelve con un
proyecto muy a tono la época actual: una bodega biodinámica. En pocas
palabras, la biodinamia es una filosofía que entiende las relaciones
entre los seres vivos como un todo. Cada cultivo se realiza siguiendo un
calendario en los que sólo usan elementos naturales. Con
certificaciones Argencer Full Orgánico y Demeter Full Dinámico, la finca
de 25 hectáreas queda en San Rafael. El vino que elaboran se llama
Buenalma. Su tercera vendimia es un Malbec 2009 ($120) de cuerpo medio,
aromática vegetal y frutada y el con el paso ligero y envolvente.
Casarena
Desembarcó esta temporada y promete ser una de las casas que esté en
boca de todos dentro de uno o dos años. Ubicada en Perdriel, Luján de
Cuyo, pertenece a una empresa de capitales mixtos
argentino-estadounidense. Desde 2006, en que empezó el proyecto, han
invertido fuerte en la compra de fincas –son tres, 200 hectáreas en
total-. Además, reciclaron la vieja bodega Filipo Figari con tecnología
de punta, conservando el espíritu tradicional. Desde 2011 las
elaboraciones están bajo el mando de Alejandro Sejanovich y sus marcas
son Ramanegra ($60) y Ramanegra Reserva ($98). De esta última nos
gustaron especialmente su Chardonnay 2009, un blanco moderno, de una
marcada elegancia, y Cabernet Sauvignon 2009, con una tipicidad calcada
de un manual de estilo. De la línea Ramanegra, conviene probar Syrah
2010.
DOS NO TAN NUEVAS, PERO AUN POCO CONOCIDAS
Algunas bodegas recomendables funcionan desde hace un par de años, pero
aún son poco conocidas en el mainstream. Una de ellas es Mevi, ubicada
en Coquimbito, Maipú: bodega boutique cuyos dueños se dedican al negocio
desde hace más de una década y ahora buscan llegar al consumidor con
nuevos productos. Elaboran tres líneas con la marca San Giminiano.
Recomendamos el Cabernet Sauvignon Roble 2005 ($35), una perlita para
buscadores de vino, muy frutado y de estilo clásico. Terrasur, en tanto,
está en San Martín, centro neurálgico del Este mendocino. Dedicada al
negocio del vino a granel desde los 70, en la década de 2000 se
reconvirtieron en productores de vino embotellado y desde 2008 elaboran
las marcas Terrasur y Obelisco, con la enología de Miguel Navarro. Vinos
fáciles de beber, frescos y modernos. Nos gusta especialmente Obelisco
Bonarda 2009, bien aromático y con buen cuerpo; y Obelisco Malbec 2009,
frutado, intenso y de cuerpo medio.
Fuente: Por Joaquín Hidalgo / Fotos: Víctor Alvarez de JOY
No hay comentarios:
Publicar un comentario