Si Querés dar los primeros pasos
para saber y entender de vinos te recomiendo que vaya aprendiendo el
vocabulario básico de la cultura del vino
Varietales. Son los tipos de uvas con que se hacen los vinos. Y si
bien no siempre fue así, en los últimos 20 años es la regla dominante. Esto
significa que a la hora de elegir uno hay que partir de saber qué gusto tienen
las variedades de uva (que se emplean en un 85% de pureza, con un 15% destinado
a otras). Las tintas más comunes son, en orden decreciente de cuerpo, Cabernet
Sauvignon, Malbec, Bonarda y Pinot Noir; los blancos, por delgadez y frescura
decreciente, serían Sauvignon Blanc, Torrontés y Chardonnay. Todos ellos se
destacan por tener el sabor frutal en primer plano.
Cortes o Coupages: con estas dos palabras se conocen las combinaciones posibles de
variedades de uva (cuando ninguna está el 85%). Mientras que en los varietales
el truco es conocer el sabor de cada uva, en los coupage el truco es conocer el
estilo de las marcas. Por regla general, tienden a ser más complejos en la
medida en que avanza en precio, aunque los vinos más baratos, los que están en
la base de la pirámide, también son de este tipo.
Reserva vs. Gran Reserva: Desde que en el Nuevo Mundo se adecuó a
las normativas internacionales a comienzos de la década pasada, reserva es
aquel tinto que fue criado al menos 12 meses en barricas de roble, mientras que
son 6 para los blancos. De ahí que los vinos tengan aroma y sabor a madera y
que, precisamente por el aporte de roble, resulta amplios y voluminosos al
paladar y son estables y longevos. Para llamarse Gran Reserva, en cambio, el
tiempo de crianza en un tinto asciende a los 24 meses y en los blancos a los
12. Y por regla general refuerzan el tono de los reservas y son más imponentes
y más caros, también. Bien es verdad que en el Nuevo Mundo , no hay tribunal
que haga cumplir estas reglas y podés encontrar etiquetas que lucen un “Gran
reserva” y sólo han tocado el roble de costadillo
¿Y si dice Roble? Con lógica
impecable, cuando se nombra a la madera en la etiquetas se dice que el vino estuvo
en contacto con ella pero no que fue en barricas, sino en formas alternativas
como dados, duelas o chips, es decir trozos de madera de distinto calibre. La
distinción es importante porque en este caso el roble funciona como un
condimento y no ayuda a la longevidad ni estabilidad del vino. El precio,
lógicamente, es menor al de un Reserva.
Año de cosecha: A diferencia de otras bebidas alcohólicas –como el
Scotch o el Ron, en que el número de la etiqueta marca la edad del menor de los
destilados empleados- el año que figura en la etiqueta de un vino indica cuándo
fueron cosechadas las uvas, y por tanto, es un índice de su edad real. Los
varietales son jóvenes y suelen llevar la cosecha del año en curso, o a lo sumo
de año anterior; los reservas y gran reservas, por haber pasado tiempo dentro
de la bodega, naturalmente se venden siempre con dos o tres años de retraso
respecto del año en curso. Como último dato, hay que saber que un vino cambia
de sabor añada tras añada.
Single Vineyard o vinos de viñedo único. Forman una avanzada dentro
de la vitivinicultura local, ya que son vinos elaborados siempre con las uvas
de un mismo viñedo. Así, buscan prestigiarlo en la medida en que los vinos sean
extraordinarios, porque el origen es lo único que no se puede copiar en este
mundo. Por regla general son escasos y más caros.
Cosecha Tardía o Late Harvest. El nombre alude al hecho de que son
vinos –generalmente blancos, aunque hay tintos también- que fueron elaborados
con uvas sobremaduras. (Cosecha tardía) Y eso hace que sean muy especiales:
conservan azúcar que no puede fermentar –porque su concentración es muy alta- y
en el caso de los blancos, son tan dulces como la miel mientras y desarrollan
otra paleta de sabores, con trazos cítricos maduros y flores secas. Funcionan
muy bien con patés, quesos azules y queso aromáticos en general, y suelen venir
en botellas de 500ml. No confundir con los Dulces Naturales, que son vinos que
conservan azúcar porque la fermentación fue detenida adrede. Estos últimos son
más accesibles, claro está.
Fortificado o encabezados. Son un invento portugués y su vino más
famoso es el Oporto. Pero en nuestros soleados terruños se hacen buenos
ejemplares. Para ello se cosecha la uva tinta bien madura y mientras el mosto
está en plena fermentación, se le hace un agregado de brandy o grapa, de forma
que la graduación alcohólica se fija entre 16 o 20%, paraliza la fermentación y
conserva parte de sus azúcares. El resultado es un vino dulce y potente, que
sabe a golosina y que aporta una cálida cuota etílica. Candidatos para noches
frías, combina bien con chocolates
negros, frutas secas o quesos fuertes.
BRUT en los espumantes: Las
burbujas se clasifican según su dulzor. De ahí que las categorías partan de los
que son secos –es decir, sin azúcar residual-
y se llaman Nature, luego siguen Brut Nature, Extra Brut, Brut, Sec,
Demisec y Dulce. Hasta los Extra Brut se pueden considerar secos al paladar y
destacan por su frescura. De ahí en adelante, avanzan hasta ser francamente una
espuma edulcorada. Los primeros son más difíciles de lograr. De ahí que sean
más caros.
Fuente JOY